El Budismo como una manera de vivir
El budismo, como filosofía de vida, nos provee herramientas para aprender a estar bien con nosotros mismos y con los demás. Estos principios milenarios trascienden tiempo y espacio.
Conocerlos, nos permite aplicarlos en nuestra vida cotidiana para ahorrarnos el sufrimiento innecesario que nace del desconocimiento y la ignorancia.
En un mundo ruidoso, competitivo y acelerado como el que vivimos es normal sentirnos ansiosos y estresados. Esta celeridad nos impide vivir el momento presente y soltar el control de aquellos asuntos que exceden nuestra capacidad de alcance.
Cada vez más personas encuentran en el budismo una filosofía de vida que les ayuda a apaciguar y a serenar la mente, a contrarrestar las críticas internas y las exigencias autoimpuestas. El budismo no es una religión ni una guía de superación personal, es un arte de vivir, una fuente de paz interior y de sabiduría que despierta la bondad y el amor hacia nosotros mismos y los demás.
En este artículo quiero proponerte cuatro claves budistas que pueden ayudarte a surfear la ola cuando el mar esta embravecido. Tenerlos presente en tu vida cotidiana te ayudará a manejar la ansiedad y a volver a encontrar tu eje cuando te pierdes de pista.
Principios Budistas
1- Eres Responsable de ti mismo
Somos los únicos responsables de las decisiones que tomamos y dejamos de tomar en nuestra vida. Responsabilizar a otros de nuestros problemas es un acto de tremenda inmadurez que nos resta poder. No podemos elegir las situaciones que se presentan en la vida, pero sí podemos decidir qué hacer con ellas. No hay culpables ni salvadores, sino personas que de acuerdo con su lucidez y su grado de consciencia eligen tomar un camino u otro. A cada paso que damos tenemos que elegir entre elecciones progresivas o regresivas, entre aquellas beneficiosas y aquellas otras que pueden resultar perjudiciales para la vida propia o ajena. Entrenar la mente para tomar decisiones cada vez más conscientes es la tarea más noble y gratificante.
Entrenar la mente para tomar decisiones cada vez más conscientes es la tarea más noble y gratificante.
2- El Valor del Aquí y Ahora
Este es un principio muy conocido. Es verdad que el momento presente es el único que existe y nos pertenece. Pero no solo por ello es importante sino porque es “justo ahora” con las decisiones que tomamos, lo que va dando lugar a todo lo que vendrá. Nuestra mente errante tiene tendencia a ir y venir entre el pasado y el futuro, entre arrepentimientos, nostalgias y apegos y ansiedades, expectativas y preocupaciones. Pero en verdad ¿de qué sirve hacer especulaciones o hacernos reproches de aquello sobre lo que no podemos intervenir? La clave para estar tranquilos y reducir la ansiedad es ser capaz de abrazar el momento presente y vivirlo con plena lucidez y consciencia.
3- El Valor del No Apego
Apegarnos a las cosas y a las personas va cercenando nuestra libertad. Podemos estar apegados desde la aversión, desde el rechazo o la repulsión, o desde el deseo de que lo que es nunca se termine. En cualquiera de sus formas, el apego nos genera o nos generará sufrimiento. Pues, si hay algo cierto en este mundo es que todo lo que nos rodea es cambiante e impermanente. Si cada pérdida arrasa con una parte nuestra, sufriremos desgarros y mutilaciones continuamente. Las cosas pueden estar o no estar, las personas pueden reaccionar como nos gustaría o quizás no. Nuestros seres queridos pueden estar hoy y mañana no, lo mismo nosotros. Nuestro cuerpo vital y sano puede de pronto enfermar. La vida es movimiento y oscilación, nacimiento y muerte, inicio y culminación. Oponer resistencia a esta ley no tiene sentido. La rigidez genera estancamiento y la flexibilidad libertad y crecimiento. Cargar apegos obsesivos y pretender tener el control vuelve la vida pesada y sufrida.
La rigidez genera estancamiento y la flexibilidad libertad y crecimiento.
4- Caerás en los mismos errores hasta que aprendas de ellos
El budismo nos habla de “Karma” (acción – causa). Esto no significa ni castigo ni recompensa, sino que cada acción genera una consecuencia a corto o mediano plazo. Si nuestras acciones no son las correctas, estaremos creando un Karma negativo y si nuestras acciones son correctas estaremos creando un Karma positivo. Todas las personas tenemos la posibilidad de enmendar los errores que cometemos cuando conseguimos obtener el enfoque correcto de un problema. Por eso, si la vida te presenta una y otra vez la misma experiencia, deberías sentarte a reflexionar ¿de qué otra manera puedo abordar este problema? Ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel de consciencia en el que se creó. Cuando evolucionamos en consciencia, cuando aprendemos de las experiencias, dejamos atrás limitaciones viejas.
Cuando evolucionamos en consciencia, cuando aprendemos de las experiencias, dejamos atrás limitaciones viejas.
Estos principios aplicados a la vida diaria hacen nuestra existencia más sabia y liviana. Mucho de nuestro sufrimiento esta arraigado en la ignorancia, en el desconocimiento y en la negación de las cosas tal como son. Tener en cuenta estos preceptos milenarios y aprender a incorporarlos en nuestra forma de ver la vida, cambia nuestra manera de posicionarnos ante nuestras experiencias. Que así sea.-